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sábado, 26 de mayo de 2012

Soplao 2012, el infierno Cántabro


Hola a todos, hoy os quiero contar mi experiencia en los 10000 del Soplao, en Cabezón de la Sal.
Esta prueba la realicé el año y tuve la gran suerte de poder terminarla tras 15 horas y 30minutos. En aquella ocasión la climatología no fue la protagonista.
Bueno, este año pude ir con mi mujer Eva y así disfrutar con ella de esta experiencia tan recomendable.
Madrugón el viernes para empezar el viaje y recorrer los 900 km hasta Cabezón de la Sal. Las normales paradas de viaje y sobre las 14:30 llegamos a nuestro destino. Por el viaje íbamos en contacto con el resto de los amigos que íbamos a participar, Paco, Chelo, Pruden, Carlos, Ana y los perros Adrián (romano) José María (batman) y Elisa.
En el pueblo se respira MTB por todas las esquinas, en todos sitios había banderolas, bikers haciéndose fotos, algunas bicis, el cielo nublado...



A la hora de la comida se pasa un rato genial, se cuentan anécdotas, chistes. Te relajas y disfrutas de la compañía de los amigos. Y más si hace mucho que no los ves.
Nos vamos al hotel a revisar las bicis y a descansar el cuerpo después del viaje. A la tarde volvemos al pueblo, ya hay mucha más gente. Hay que tener en cuenta que es un pueblo pequeño y hay unos 8000 inscritos, entre corredores y bikers, así que en la zona de recogida de dorsales es una olla. Hay un ambientazo que pone los pelos de punta. Mogollón de stands de numerosas marcas de bicis.
Hacemos cola para recoger dorsales y por megafonía entrevistan a la campeona del mundo de MTB Marga Fullana, que va a participar... uff, vaya presión.

Paco, Ana, Elías, Carlos y Pruden

Cena tempranito porque mañana toca madrugar, a las 06:30 desayuno y a las 8:00 es la salida. La preocupación es que está lloviendo y no dejará de hacerlo en toda la noche, además caen las temperaturas.
Suena es despertador y ya los nervios están a tope. Las bicis están perfectas, pero ahora las dudas son para la vestimenta, dejará de llover, hará mucho frío??? Decido ir de corto, manguitos en los brazos y chuvasquero, porque si para de llover y sale algo el sol, si vas muy abrigado después es un lastre durante toda la carrera. Ese fue el error.
Vamos a tomar la salida Paco, Ana, Adrián, Elisa, Jose María, y yo. Carlos aún no está al 100% de su caída y Pruden aún sigue con su tratamiento y tampoco puede salir, se les nota en la cara la rabia y las ganas por correr.
Al principio nos despistamos a la hora de entrar en el cajón de salida, Paco y yo tenemos que buscarnos la vida para entrar y lo hacemos por un lateral de la calle principal, el resto va delante. Tenemos la esperanza de que conforme avancen los km nos vayamos juntando.
Empieza a sonar ACDC por los altavoces... y más de 6000 bikers gritan de alegría, la aventura empieza.
Poco a poco vamos avanzando, e intentamos ir hacia el lado izquierdo de la calle que es donde se han colocado nuestro equipo de animadores.


Ana escoltada por Perro Romano


Elisa con Perro Batman


Paco


Elías


Empezamos a salir de cabezón y vamos Paco y yo juntos, rápidamente dejamos el asfalto para empezar a buscar el monte. Yo personalmente me quedo alucinado con el cambio de aspecto que tienen las pistas, el año pasado todo era polvo y apenas se podía ver, hoy es todo barro, charcos y todo se va a las gafas, con lo que tampoco se puede ver nada.
Vamos cogiendo el ritmo, pero a mi me cuesta ya que por culpa de la alergia y el asma no termino de pillar el punto y ando algo asfixiado. Paco va bien, aunque el ritmo que llevamos es bueno, no dejan de adelantarnos bikers, más que bikers, algunos matados que no son capaces de avisar por donde van a adelantar y lo que consiguen es provocar un accidente.
Durante una de las subidas, km 19, nos encontramos con Luis Castro, un amigo de Carlos que conoci ya en la 101 Peregrinos, que va empujando la bici, se le ha roto el cable del cambio... el Soplao ha terminado para el. Nos dice que Ana va mucho más adelante, que va bien.
Con estas llegamos al primer avituallamiento y nos encontramos a Perro Batman, que está buscando a Ana entre la multitud. Pensamos que Ana ha tirado para adelante por lo que decidimos continuar. Después nos contaría que en este avituallamiento ella estaba en el otro lado de nuestra posición y por eso no nos vimos.


Volvemos a encontrarnos con nuestros animadores que nos jalean y nos animan, pero el tiempo está en nuestra contra, no deja de llover, unas veces más fuerte y otras de forma más débil, pero no para. Además, la temperatura empieza a caer.


Paco al fondo a la izq y yo


Anita

En estas situaciones te das cuenta cuando llevas buen material para esta climatología. En mi caso me he dado cuenta de las nulas capacidades aislantes de mi chubasquero. Iba calado entero, incluso los manguitos me iban chorreando, además contra el aire en las bajadas era ineficaz por lo que además de ir mojado pasaba frío. Pero muchos bikers iban igual que yo.
Con estas llegamos al tapón de la cocina, esto es ni más de menos que una larga cuesta que los de adelante son capaces de subir en bici, pero al llegar el mogollón ya es imposible de subirla montado, así que toca empujar la burra en una cuesta llena de barrizal. Aún con la lluvia hay mogollón de gente animando y aplaudiendo, es alucinante cómo se vuelca la gente de la región con esta prueba.


Al llegar arriba Ana nos alcanza y más o menos continuamos juntos los cuatro. Llegamos a una zona de carretera que después será una pista de barro y nos lleva a la subida de las cuevas del Soplao. Antes de llegar al vituallamiento nos encontramos con nuestros animadores.


Ana


Perro Vago


Perro Salvaje

Llegamos al avituallamiento que hay en la cima, es necesaria una parada para recuperar un poco las fuerzas después de la larga subida. Es una explanada llena de bikers barnizados en barro. Nuestras caras reflejan el esfuerzo, la lluvia, el barro y el frío.
Después de comer, dar un poquito de aceite a la cadena, empezamos a buscar la larga bajada que hay del Soplao. El año pasado fue una divertida bajada en la que había al principio un poco de zona técnica y después se podía bajar a gran velocidad, pero este año la cosa pintaba diferente, charcos, un lodazal. Al enseñarle el vídeo a los amigos, todos me decían que ya me tiene que gustar este deporte, primero por lo lejos de la carrera pero más que nada era por lo que veían en las imágenes... disfrutad del vídeo.


Al llegar abajo, hay un tramo largo de carretera que me da un descanso a los hombros, y brazos, la cantidad de barro me ha obligado a frenar más de la cuenta y eso se ha convertido en un dolor de hombros y un sonido muy de gaita en el freno de atrás.
Me encuentro con Perro Batman que me cuenta lo que ha disfrutado en la bajada y en estas estamos intercambiando experiencias cuando nos adelanta LUIS... en la bici de Carlos... KILLOOOOOO que ha pasado, y nos cuenta que después del primer avituallamiento se encuentra con Carlos y compañía y que allí ya le tenían preparada la bici para hacer el cambio por la suya averiada. Dice que ya había pasado todo el mundo, incluso el coche escoba y que empezó a remontar y remontar... hasta adelantarnos... increíble. Nos despedimos de el que sigue a su ritmo.
Cruzamos el río y decidimos esperar a Paco y Ana para subir Monte A. Es imposible no dejar de temblar en las piernas, el frío y la lluvia no han parado en todo el recorrido.
Llega Ana y nos dice que Paco se ha retirado, que tenía demasiado frío en el cuerpo y que lo más sensato en estas circunstancias era dejarlo. La mejor decisión que ha podido tomar.
Hablamos y Ana dice que en el avituallamiento a los pies del Moral... lo deja y yo le digo que también, estoy helado, calado y después de mirar la pinza de atrás, he descubierto que una de las pastillas... está completamente desgastada. Así que como las piernas aguantan un poco más, pues hasta el siguiente avituallamiento continúo.
Empezamos a subir el Monte A. Al principio todo son subidas de cemento, muy muy empinadas hasta que llego a un punto en el que si continúo subiendo en la bici... rompo, así que voy a pie, junto con la mayoría de bikers, aunque muchos si la suben montado, es impresionante. Al ir ganando altura ya no son tan pronunciadas las cuestas, por lo que ya se pueden hacer montado en bici. Recuerdo una zona en la que se puede divisar todo el valle y ver a el resto de ciclistas abajo del todo, como una serpiente multicolor y también que nos sobrevolaba el helicóptero de protección civil, pero este año, la niebla cubre todo el valle haciendo imposible ver nada. Del helicóptero... se ha encargado la crisis... jajajaja
Corono Monte A y espero por Ana y Perro Batman, pero después de un rato demasiado largo, mojado, helado y con unas rachas de viento que hay arriba, me obligan a bajar si no me quiero congelar allí mismo. Después cuando volvemos a juntarnos me cuenta Perro Batman que rompió la cadena y que Ana le ayudó a repararla porque con el frío que hacía, todo se hacía más difícil, las manos ya no responden igual al coger objetos pequeños.


El vídeo es largo, 30 min, pero sale mucha gente y se puede ver la cara de sufrimiento.

Ahora vamos juntos y por llano, nos acercamos al avituallamiento. A mi me llama especialmente la atención el ver que hay tantas ambulancias a toda pastilla por la carretera y también coches de protección civil que no dejan de ir en ambos sentidos. Además también había tal cantidad de gente que se estaba dando la vuelta que parecía que la carrera era en el otro sentido.
Perro Batman ha subido el ritmo y se separa de nosotros dos que llegamos juntos al avituallamiento.
Otra comparación, el año pasado llegamos aquí Paco, Ana y yo, era un prado verde y en el medio una enorme carpa en la que la organización repartía comida y bebida. Pero este año, en fin, un enorme lodazal cubría el "verde" prado, era impresionante, barro líquido por todos los sitios. Nos miramos Ana y yo... y nos decimos, hasta aquí hemos llegado, y nos damos un abrazo. Yo la miraba y daba pena la pinta que llevaba, pero me imagino que Ana al mirarme también vería lo mismo. Empezamos a comer y beber, pero sobre todo comer, Dios, que bien entraban los bocatas de jamón... sabían a gloria.
Las sirenas de las ambulancias no dejan de sonar y vemos como algunas bajan del Moral, los casos de hipotermia está diezmando a los participantes, hasta tal punto que 15 minutos después la organización decide terminar con la prueba, en urgencias están desbordados y nos comentaron que la Guardia civil ha tenido que ir a buscar a gente que se ha perdido en el monte.
Volvemos por donde hemos llegado y enlazamos con la carretera que nos lleva a Cabezón de la Sal. He de decir que no vamos solos, mucha gente ha decidido volverse al igual que nosotros.
Hablamos con nuestros animadores y les decimos que nos volvemos y que nos vemos en el hotel, que el Soplao ha terminado.
Llegamos al hotel y allí nos están esperando todos para felicitarnos. Al final nos ha salido 7 horas y 80 km hasta el hotel.
Este año no ha podido ser, nosotros queríamos y de no ser por que el Soplao enseñó sus dientes, seguro que el final hubiera sido muy diferente. Con la participación de todos y el apoyo que da el grupo, el año que viene, prepárate SOPLAO, QUE VAMOS OTRA VEZ Y... A LA TERCERA, VA LA VENCIDA.

Hermanos de "sangre"

De dcha a izq.

Pruden, Paco, Eva, Chelo, Ana, Carlos y Elías.

Fotos en Picassa AQUÍ
Los vídeos los podéis ver en mi canal bikerelvago1969

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