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lunes, 11 de abril de 2011

Aznalcóllar el Berrocal

Bueno, el sábado quedé con mi amigo Pedro del club Las Cañás, en Aznalcóllar. El objetivo era ambicioso, ir los dos, con el solazo que había, hasta el Berrocal, allí después de pasar el pueblo, tendríamos que coronar un puerto de 5 km por carretera. A las 09:00 arrancamos puntuales como un reloj. Pero cuando Pedro me dijo, llevas llevas agua?? me dije, si, dos botes- Geles, plátanos?... ya me estaba poniendo nervioso, si Pedro, llevo. Pero lo que ya me acojonó del todo fue... llevas Reflex??? No, no llevo... verás tu, verás tu...
Salimos a la aventura, el primer tramo hasta el Berrocal sería todo montañas, con sus subidas y sus bajadas. Algunos de los Karacolos ya conocen esa zona. Gracias a Dios esquivamos Doña Austria... En breve empiezo a descubrir zonas nuevas, unas igual de peladas de vegetación, pero otras más densas, con sombras y más vegetación. Llegamos al Berrocal con intención de tomar un café, a mi el cuerpo me pide Coca Cola, azúcar... cafeína... Hasta ahora las sensaciones son buenas, las piernas bien, buena conversación e incluso hablamos en alguna subida... alguna...
Pagamos, llenamos botes de aquarius y seguimos. Ahora empezamos una larga bajada por carretera, con el río Tinto en paralelo. La vista desde la carretera y el río sangrando allí abajo es espectacular, pero al fondo... se ve lo que nos queda por delante... la carretera se pierde entre las montañas... Seguimos y seguimos bajando.
Bueno, llegamos al pie del puerto, el sol cae a plomo, y el calor emana del asfalto. Empezamos con un ritmo fuerte hasta que encontramos nuestro ritmo. Las piernas responden y Pedro y yo vamos alternando la tete de la course. Pedro sigue dándome buenos consejo para llevar una relación cómoda y un ritmo que aguante hasta el final del puerto.
Después de no se cuanto tiempo... sudor... y esfuerzo, coronamos la cima. Puede parecer una Odisea, pero con el calor y los casi 40km que llevamos a la espalda... le cuesta aunque sea en carretera. Y cada vez que nos adelanta una moto... nos dan ganas de morder sus neumáticos y que nos suban.
Seguimos por carretera unos pocos km y volvemos a enganchar nuestro medio natural, el monte. La conversación vuelve a nuestra ruta y también las descripciones precisas de Pedro para intentar orientarme y decirme en todo momento dónde me encuentro.... monte y más monte...
Llegamos a la llanura cuando vemos Paterna del Campo y su mítica cuesta del Pinguete. De esta cuesta ya se enterará Charly... El paisaje cambia radicalmente, ahora es todo llano y rodar a buen ritmo por las pistas de los campos, hasta que llegamos a Aldea de Tejada donde enganchamos la carretera hasta Aznalcóllar.
Después de 4 horas y media llegamos a nuestro destino contentos por la ruta y las vistas que hemos contemplado. La pena fue que no vimos ningún venado, como quería Pedro, pero vimos una perdíz... que vale como animal de compañía, jajaja.
Pues esto es todo amigos.
Ahora un vídeo, más que nada para poder ver el paisaje y las pistas por dónde discurría la ruta.

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